sábado, 31 de agosto de 2013

Por una mirada un mundo.~

En los últimos meses las palabras se cortan, es como una llave cerrada que gotea constantemente aunque está cerrada. En los últimos meses miras el todo y no te sientes parte de él y piensas que no le perteneces porque el todo continúa siéndolo aunque tu ya no seas parte de él y funciona aunque no estés.

Sintiéndome observadora, a veces invisible de aquel todo, no puedo dejar de pensar en que vivimos en un mundo en el que todos y cualquiera somos absolutamente reemplazables aún cuando en algún instante alguien o alguna situación nos demuestre o convenza de lo contrario. Instantes preciosos y preciados que van completando un cuadro, definiéndonos como personas, como seres humanos. Habrán instantes que dejaremos atrás, que con cada respiro iremos dejando atrás y habrán otros que serán medidos en esfuerzos, otros en caricias y otros querremos simplemente no dejarlos pasar.

No puedo dejar de pensar que vivimos en un mundo con cultura de lo desechable, donde todos y cualquiera, donde cada cosa, cada sentimiento, palabra, alegría, sueño y desilusión pueden caer al basurero convertidos en rabia, rebeldía o frustración. Vivimos en un mundo en el que la esencia del ser humano es dañar y ser dañado por los más amados, en el que un otro antes de pedirte algo o sacar algún provecho debe sentir la obligación moral, aunque la situación no lo sea, de sonreírte antes con tal de conseguir su cometido a toda costa.

Vivo en un mundo, que es el mundo de todos, que choca con las expectativas que había generado para este. Vivo en un mundo donde se empuja a cumplir sueños aunque el precio de ellos sea la desgracia de otros, donde no importa cuantas veces se deba gritar y mover enérgicamente los brazos con tal de ser escuchado y aún así no conseguirlo y que te muestra que el único camino al éxito es pasar por encima de otro.

Pueden no estar de acuerdo, la primera vez que mi visión chocó con todo esto yo tampoco lo creía y tampoco estaba de acuerdo hasta que la vida me mostró algo diferente: Pensaba que se trataba sólo de mi mundo, del mundo en el yo vivía y me desenvolvía, en el que yo estaba creciendo y madurando, pero no es así. Es el mundo de todos y que muy pocos hacen algo por querer mejorar.

La felicidad alcanzada por quienes quiero siempre será mi felicidad también: así es el mundo en el que vivo y así es el mundo en el que siempre quiero vivir.