Tengo ganas de volver a bailar árabe, de montar un caballo y correrlo para sentir esa verdadera adrenalina. Tengo ganas de hacer lindas fotos este fin de semana, de sentirme renovada, de verme distinta. Tengo ganas de viajar al sur, de sentir la lluvia, de tocar nieve, de oler tanta humedad entre aquella belleza. Tengo ganas de que me sorprendan, de llorar de felicidad, de dormir acompañada toda una noche, de un café con una buena amiga, de reír a carcajadas con un viejo amigo. Tengo ganas de perder el kilo que gane por preferir el chocolate, de caminar por la playa justo cuando el sol está en su punto más alto antes de darle paso al brillo blanco de la luna. Tengo ganas de que mis sueños se hagan realidad junto con los de quien quiso compartir los suyos conmigo, tengo ganas de otro de esos besos con sabor a te extrañaba tanto como el de anoche que me hizo tan feliz. Tengo ganas de pasear y correr tras las gaviotas en el mar con la perra más simpática y adorable que haya conocido en el último tiempo.
jueves, 17 de mayo de 2012
Tengo ganas de vivir, tengo ganas de vivir y ser feliz.~
miércoles, 9 de mayo de 2012
Tic ~ Tac
Mi reloj marcaba la media noche exacta de ayer y me encontró sentada en el borde de la cama completamente sola y en silencio por primera vez en unos cuantos días. De mirar al suelo, pase a dejar mi mirada en un trió de imágenes que jamás dejará de sacudir mi mundo. Aquellas tres, provocan en mí lo mismo que esta y es que son la máxima expresión de felicidad de los mejores polos que he vivido contigo. La primera que no está aquí, pero sé que sabes perfectamente cuál es, ha sido la mejor noche de los cinco meses que has estado junto a mí y esta, el comienzo de un día que no olvidaré jamás.
Te conocí hace 254 días, y desde aquel primero, algo dentro de mí me hacía creer que había llegado el momento de volver a enamorarse, de sentirse liviana, de querer alcanzar las estrellas.
Te encontré sin saber que te buscaba y en mi corta vida puedo decir que ha sido una de las experiencias más emocionantes y maravillosas. Que el destino te haya puesto en mi camino y me haya dado la oportunidad de conocerte, fue un regalo del cielo, un sueño.
Eres una linda persona, por dentro y por fuera. Eres especial, único. Eres parte de mí, un trozo de mi esencia, de mi voluntad, de mis ganas, de mí ser, de mi existencia. Eres mi mitad, mi cuarto de luna brillante, mi sol y cada una de las estrellas de mi universo.
No sé si escuchaste algo de lo que dije anoche mientras tenia a uno de tus grandes amores recostada en mi falda y entregada a mi cariño, por eso lo diré de nuevo: estoy feliz, me siento completa, ya no hay miedos que vivan en mi más que la idea de no soportar que te apartaras de mi. Soy feliz, y no habría querido mi vida de ninguna otra manera a como ha sido porque todas las decisiones que tomé, todos los caminos que seguí me llevaron hasta a ti, y tu, trajiste de vuelta mi alma a mi cuerpo y estaré eternamente agradecida por ello.
Me enamoré perdidamente de ti, nunca he dejado de estarlo y cultivo tu corazón en mi pecho junto al mío para tener la bendición de nunca dejar de amarte. Porque has sido luz en mi camino, inspiración divina, compañía, mi todo.
Anoche no contenía las lágrimas porque mi fluir de emociones no tenia nombre, pero si razón de ser. Y es que no había sentido tanta satisfacción, tanta que me abrumó. Fue el cierre perfecto para una cantidad incontable de días y noches que fueron realmente perfectos. Todos estamos a veces arriba y a veces abajo en la vida, no es acaso de eso de lo que se trata? De tener la valentía de reconocer que estuvimos abajo, tal vez más debajo de lo que debimos haber estado y tener el coraje de reconocerlo mirándonos a los ojos y la madurez suficiente de componerse, remediar los errores, reconquistar, volver a enamorarse y empezar de nuevo? Mejor aún, de sentir que nunca hubo un mal lapsus, de dejar todo completamente atrás y volver al punto en que decidimos echarlo todo a perder y en vez de eso continuar con los besos como aquellos que has vuelto a robar de mi boca?
Te escribo desde el corazón, es lo único que sé hacer, no sé si bien, no sé si mal, pero no quise dormir esta noche sin antes decirte que eres lo más importante de mi vida, que daría todo lo que tengo por verte sonreír así todos los días que vivas, que la emoción de nuevo es más que yo cuando te recuerdo siendo parte de mis mayores sueños, que no tengas dudas que no hay mejor para ti que yo empujándote a cumplir los tuyos que ahora son los míos propios también.
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