viernes, 9 de diciembre de 2011

Cuando ella se enoje contigo y se vaya, síguela. Cuando te empuje o intente golpearte, abrázala y no la dejes ir. Cuando empiece a maltratarte, bésala y dile cuanto la quieres. Cuando se quede callada, pregúntale qué le sucede. Cuando te ignore, dale tu atención. Cuando quieras besarla o abrazarla y se niegue, bésala y abrázala más fuerte. Cuando la veas llorar, hazla reír. Cuando la veas caminando, corre hacia ella. Cuando esté asustada, hazla sentir protegida. Cuando ponga su cabeza en tu hombro, acaricia su cabello. Cuando te robe tu polerón favorito, deja que se lo quede y que duerma con el una noche. Hazla reír siempre. Cuando no te conteste por mucho tiempo, asegúrate de que todo esté bien. Cuando parezca que tiene frío, dale tu chaqueta. Cuando dice que te quiere, en verdad te quiere más de lo que imaginas. Cuando tome tu mano, toma la de ella. Cuando te cuente un secreto, guárdalo muy bien. Se su cómplice, su amante, su mejor amigo. Cuando te mire fijamente a los ojos, no despegues tu mirada hasta que ella lo haga. Cuando te extraña, sufre, pero no siempre te lo dirá. Cuando le rompes el corazón, puede perdonar pero el dolor nunca se va. Cuando le preguntes si algo anda mal y te diga que no, no le creas. La vida sube y baja, es ley, pero ella siempre estará para ti.*